Llegan en busca de mejores horizontes y se dedican básicamente a la venta ambulante
Plaza Moreno, la puerta de la facultad de Humanidades, diagonal 80 cerca de la zona de la Estación y el mercado del barrio El Paligüe conocido como 'feria paraguaya'. Esos son algunos de los escenarios urbanos platenses en donde la presencia de inmigrantes africanos es cada vez más visible.Por lo general, indican quienes vienen estudiando el fenómeno, se dedican a la venta ambulante de joyas, oros y alhajas que, según pudo saberse, son traídas desde Brasil.La escena es similar a la que se puede ver en Mar del Plata -adonde muchos se trasladarán durante los meses de verano-, sobre todo en la zona de la costanera, también en puestos de venta ambulante. Y en capital federal (en los barrios de Once, Balvanera, Almagro), Rosario y el Conurbano.'Son cosas que se ven a primera vista, que todos las observan. Se ven muchos senegaleses y de otros países trabajando en la venta ambulante de bijouterie y alhajas. No sólo acá en La Plata, también en Mar del Plata y en otras ciudades, aunque todavía no contamos con datos procesados', indica Marta Maffia, antropóloga, docente en la UNLP e investigadora del Conicet.Maffia coordina en estos momentos la realización de un mapeo sociocultural de grupos de inmigrantes en la provincia de Buenos Aires desde los años '90, cuyos resultados, prevé, van a estar listos para ser presentados entre marzo y abril del próximo año.Con la experiencia recogida en ese trabajo, explica que, en su gran mayoría, estos nuevos inmigrantes africanos se dedican a la venta ambulante de alhajas y joyas que no fabrican ellos sino que compran al por mayor o traen de San Pablo, Brasil, o ropa. En ningún caso se ha detectado la venta de artesanías propias de sus países de origen.Sin embargo, la venta ambulante no es el único trabajo que desarrollan. 'En algunos lugares de capital federal, como el barrio de San Telmo, hemos visto que han abierto algunos locales y pueden enseñar danzas afro o arte africano', explican los investigadores de la UNLP.'Creo que se trata de una red compleja -agrega Maffia-. En principio, lo que se observa es que muchos llegan a través de amigos o familiares que ya están instalados aquí y pueden ingresar en este mundo de la venta ambulante. De todas maneras, como particularidad hay que señalar que por lo que pudimos ver muchos de ellos también se dedicaban al comercio en sus países de origen, porque lo que no están acá haciendo algo distinto'. 2-1-2007.Diario El Día
Plaza Moreno, la puerta de la facultad de Humanidades, diagonal 80 cerca de la zona de la Estación y el mercado del barrio El Paligüe conocido como 'feria paraguaya'. Esos son algunos de los escenarios urbanos platenses en donde la presencia de inmigrantes africanos es cada vez más visible.Por lo general, indican quienes vienen estudiando el fenómeno, se dedican a la venta ambulante de joyas, oros y alhajas que, según pudo saberse, son traídas desde Brasil.La escena es similar a la que se puede ver en Mar del Plata -adonde muchos se trasladarán durante los meses de verano-, sobre todo en la zona de la costanera, también en puestos de venta ambulante. Y en capital federal (en los barrios de Once, Balvanera, Almagro), Rosario y el Conurbano.'Son cosas que se ven a primera vista, que todos las observan. Se ven muchos senegaleses y de otros países trabajando en la venta ambulante de bijouterie y alhajas. No sólo acá en La Plata, también en Mar del Plata y en otras ciudades, aunque todavía no contamos con datos procesados', indica Marta Maffia, antropóloga, docente en la UNLP e investigadora del Conicet.Maffia coordina en estos momentos la realización de un mapeo sociocultural de grupos de inmigrantes en la provincia de Buenos Aires desde los años '90, cuyos resultados, prevé, van a estar listos para ser presentados entre marzo y abril del próximo año.Con la experiencia recogida en ese trabajo, explica que, en su gran mayoría, estos nuevos inmigrantes africanos se dedican a la venta ambulante de alhajas y joyas que no fabrican ellos sino que compran al por mayor o traen de San Pablo, Brasil, o ropa. En ningún caso se ha detectado la venta de artesanías propias de sus países de origen.Sin embargo, la venta ambulante no es el único trabajo que desarrollan. 'En algunos lugares de capital federal, como el barrio de San Telmo, hemos visto que han abierto algunos locales y pueden enseñar danzas afro o arte africano', explican los investigadores de la UNLP.'Creo que se trata de una red compleja -agrega Maffia-. En principio, lo que se observa es que muchos llegan a través de amigos o familiares que ya están instalados aquí y pueden ingresar en este mundo de la venta ambulante. De todas maneras, como particularidad hay que señalar que por lo que pudimos ver muchos de ellos también se dedicaban al comercio en sus países de origen, porque lo que no están acá haciendo algo distinto'. 2-1-2007.Diario El Día