Las Sillas también tiene su historia

CULTURA
Diseño industrial
Sillas de diseño argentino. De eso se trata la muestra que hoy y mañana se podrá apreciar en una de las salas del Pasaje Dardo Rocha de La Plata. Algunas de ellas lucen en oficinas y viviendas. Las virtudes de la BKF, cuyo modelo nació en el epílogo de los años 30 y ahora se le rinde culto
“Para los arquitectos del movimiento moderno, la silla ha sido un objeto de culto (...) y para los diseñadores argentinos no podía ser de otra manera. Por eso el BKF (una silla) puede considerarse el paradigma del diseño nacional”. Y ahí está, en el medio de sala, la archiconocida BKF para respaldar -de manera contundente- las ase-veraciones que el arquitecto Ricardo Blanco plasmó en la cartilla de presentación... Cae la tarde de una calurosa jornada de octubre, y un grupo de profesionales platenses se encuentra reunido en una de las salas del Centro Cultural Pasaje Dardo Rocha. Observan los dibujos, hablan del terreno propicio para la exportación, y extienden sus referencias acerca de la carrera de diseñador industrial (Facultad de Bellas Artes, UNLP) a la que están indefectiblemente ligados. ¿Alcanza para vivir bien?, se le pregunta a uno de ellos; y la respuesta es contundente: “El que diseña es como un compositor. Si tiene la suerte de que su tema lo interprete algún cantante famoso, se convierte en un hit y hace una interesante diferencia...” Sin embargo, no todos los “intérpretes” pagan derecho de autor. De hecho, “si el diseñador cobrara por cada silla que se fabrica se haría multimillonario, pero eso no pasa...” (¿Porque los controles no llegan a todos los fabricantes?). * * * Organizada por el distrito platense del Colegio de Diseñadores Industriales de la provincia de Buenos Aires, la muestra fue dividida en décadas, para que el público pueda apreciar la evolución a través de los años. Fabricada por Antonio Bonet, Juan Kurchan y Jorge Ferrari en 1938, la BKF es va-lorada como la madre de las sillas de diseño en nuestro país. Se trata de una pieza que estableció los siguientes princi-pios: preocupación por el nivel estético, una adecuación tecnológica al medio, y la innovación en situación de uso. (Virtudes impensadas, para quien no está en el tema). ¿Alguien sería capaz de imaginar un mundo sin sillas? No, en absoluto. Por eso se entiende más que justo este reconocimiento a los muebles que acompañan al hombre desde tiempos remotos... A 1954 pertenece la silla S252 de junco de harpa, concebida por Leonardo Aizenberg y Rey Pastor, y habitante natu-ral de infinidad de hogares argentinos. Las sillas que ahí se ven -la gran mayoría en dibujos- son las mismas que han pasado (o que aún se encuentran) en hogares y oficinas. En todo caso, la novedad la aporta la Cruz Latina, silla sobre la que se explayó el director de la Carrera de Diseño Industrial, Eduardo Pascal. Es, básicamente, un modelo (premiado) que se presenta desarmado y que debe ensamblarlo el propio usuario. El modelo también fue elogiado por el presidente del Colegio, Jorge Gismondi y por el titular del Consejo Superior, Eduardo Simonetti, quienes participaron -el miércoles último- de la inauguración de la muestra. Otra de las sillas emblemáticas -si corresponde el término- es la llamada Serie 300, realizada en planchuela y madera laminada. “Tal vez la silla diseñada en la Argentina más copiada en el mercado y vista en casi todas las oficinas públicas”. * * * “La mayor parte de los objetos y artefactos de uso cotidiano que están presentes en nuestras vidas, incorporan diseño industrial, en mayor o menor medida. La sociedad y la cultura actual se desenvuelven y evolucionan rodeados de esos objetos que son producidos por la industria, pero que fueron pensados y planificados, entre otros por diseñadores industriales. Podemos caracterizar profesionalmente al diseñador industrial como un proyectista de la realidad del mundo contemporáneo”, concluye la entidad colegiada que los agrupa. La muestra podrá verse hoy y mañana, en el complejo ubicado en 50 entre 6 y 7 de La Plata (MUMART salas 1 y 2), en el horario de 14 a 22. Entrada gratuita. G.E. (Diario Hoy)